Tiene arrugas alrededor de los
labios signo de haber reído, tiene los ojos caramelizados señal de que lo que
ha visto ha sido dulce y desprende las más simpáticas de las sonrisas sin darse
cuenta.
Tararea canciones cuando está
contenta, y disimula difuminando una sonrisa cuando esta triste. Nunca hace siesta,
simplemente descansa los ojos y se ‘atranca’. Siempre escucha bien lo que
decimos, somos nosotros los que hablamos mal. No se inventa palabras es que se
dicen así, y nunca esta triste, porque la
miel, siempre alegra los sentidos.
Según mi abuela no tiene ya edad
de callarse las cosas, de ahí su espontaneidad, según ella ‘dios aprieta pero
no ahoga’, por eso su alegría y positivismo, y según ella nos quiere más que a
nada de ahí su cariño y amor.
Pero verdaderamente amor es verla
leer, y que te cuente las películas con nombres y actores inventados, es subir
las escaleras y ver como siempre está esperando en la puerta, amor es su
comida, sus frases, su ‘¡uy chica!’, su manía de pintarse las cejas, su espíritu
juvenil, su manera de ir siempre presumida, de dormir con ganchos en el pelo, y
hasta esa verruguita tan graciosa y característica que tiene en la barbilla.
Simplemente amor es ella.
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